Negocio familiar ¿Problema u oportunidad?

Hoy en día es muy usual observar una mayor cantidad de negocios que están formados por los miembros de una familia, esto puede deberse a varios factores:

  1. La contratación de empleados en Argentina es sumamente costosa debido a los impuestos y demás obligaciones para el empleador
  2. No es fácil encontrar gente capacitada en el rubro que necesitas
  3. No siempre resulta simple encontrar trabajadores que pongan empeño y se preocupen por hacer las cosas bien
  4. Hay una creencia generalizada de que trabajar con la familia siempre es mejor
  5. Al comenzar, por temas de presupuesto, eligieron no tener empleados

Y la lista puede seguir, y seguir… Pero enfocándonos en el tema principal, tener un negocio con los miembros de tu familia no siempre es blanco o negro, pues en general pasa por todos los grises que te puedas imaginar.

En este artículo, te contaré desde mi propia experiencia lo que es trabajar con tu familia, todos los problemas e inconvenientes que pueden surgir, pero también las ventajas y oportunidades que se te presentan en estas circunstancias.

Economía: cuentas claras conservan las amistades

Ese conocido refrán no podría estar más cercano a la verdad, pues en lo que a mi concierne, cuando uno mantiene la economía de un negocio familiar en orden, esta un paso más cerca del éxito.

Lo que verdaderamente se debe hacer cuando estás trabajando con tu familia es lo mismo que cuando tienes empleados: mantener una rutina de pago y reparto de ganancias.

Para lograr esto de forma efectiva hay dos opciones:

  1. Puedes contratar a un contador que maneje las finanzas del negocio; ya sea panadería, ferretería, alimentos naturales; todos necesitan un contador, o
  2. En el caso de que haya alguien en la familia que sea contador, es una gran idea que él se encargue de la parte contable y financiera

 

Lo verdaderamente importante en este aspecto es organizar y detallar el sueldo que va a tener cada uno de los miembros involucrados, para que en un futuro se eviten las peleas o discusiones por la parte económica.

Lo más usual que suele suceder es que haya algunos que esperen un mayor redito económico que otros, cuando la realidad es que eso debe estar estipulado con anterioridad (tal cual como harías si tuvieras empleados a tu cargo)

Los problemas en la toma de decisiones

Al momento de tomar decisiones, ya sean cotidianas o más importantes, es muy común que se generen roces o discusiones porque no se llega a un acuerdo.

Me ha pasado que mis tías querían una cosa, mi abuela otra, y mi padre una totalmente distinta… Entonces la cuestión es ¿Cómo se llega a un consenso?

Si el cambio, mejoría o lo que se busca implementar es relativamente pequeño y carece de importancia, lo mejor es que una de las partes ceda, ya que no va a tener mayores repercusiones en el negocio familiar. Pero cuando la decisión es importante: acá es donde se complican las cosas.

Una opción es coordinar una reunión para aclarar el problema y presentar de forma detallada y específica las posibles soluciones, una vez hecho esto se charla y se hacen pequeñas modificaciones hasta que todas las partes involucradas (tíos, primos, abuelos, padres, hermanos) están contentos.

Por ejemplo: Si tienes una panadería y quieren implementar un nuevo producto pero nadie se pone de acuerdo en cual piensan que venderá más, lo que deben hacer es sentarse y conversar sobre los pros/contras de cada opción, evaluando objetivamente cual será el que mejor rendimiento traiga para la panadería. Otro buen consejo es, siempre que se pueda, experimentar las diferentes alternativas buscando la manera de hacerlo manteniendo el costo lo más bajo posible.

Los temidos secretos

Lo que sucede en muchas ocasiones es que se hacen presentes los secretos en las relaciones del negocio, y eso puede ser devastador si no se resuelve de inmediato. ¿Nunca les paso que le contaron algo a un amigo y de un día para el otro ya lo sabía todo el vecindario?

Podemos afirmar que es un problema cuando hay ciertos miembros del equipo que prefieren guardarse la información para ellos mismos en vez de compartirla con los familiares, esto lo puede hacer porque quieren beneficiarse de alguna forma, porque simplemente les gusta guardarse cosas, o por el simple hecho de molestar a los demás.

Y esto trae consigo discusiones, malentendidos y hasta peleas que pueden derivar en el rompimiento del comercio familiar. Para evitar esto lo ideal es optar por una política de completa honestidad. Puede suceder que haya ciertos miembros de la familia que tengan un historial de deshonestidad, en este caso, lo mejor es no incluirlos en el  negocio, para minimizar los problemas que puedan llegar a surgir en un futuro.

¿Ventajas por conocerse?

Muchos deben pensar que es mejor conocer completamente a las personas antes de iniciar un negocio con ellas, pero en mi humilde opinión, nunca llegas a conocer del todo a las personas que te rodean, y menos cuando cambia el ámbito en el que se encuentran y empiezan a trabajar juntas (habiendo beneficios económicos de por medio).

 

Es una verdad absoluta que cuando hay dinero, las personas pueden cambiar su comportamiento habitual e inclinarse por ciertas posturas solamente para sacar más beneficio; esto nos lleva de vuelta a nuestro anterior planteo: lo más importante es la honestidad ante todo.

Conclusión:

En conclusión, trabajar con la familia puede ser una solución para muchos inconvenientes (como estar pendiente de conseguir buenos empelados, capacitar correctamente al personal o tener todos los arreglos económicos al día y en orden) pero también debes saber reaccionar cuando surgen problemas o discusiones, inclinándote siempre para resolverlos de forma pacífica, conversando y charlando sobre las diferencias que tiene cada uno y las formas de solucionarlo.

No todo es blanco ni es negro, pero trabajar con tu familia es una experiencia que sin duda recordarás para siempre.

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