El primer paso
Antes de poder capacitar correctamente es elemental contratar al personal adecuado para la labor que se debe realizar. Para esto, es necesario concretar varias entrevistas y evaluar a todos los candidatos disponibles, de esta manera, lograremos tomar la mejor decisión posible.
Si es la primera vez que vas a realizar una entrevista laboral con el fin de contratar nuevo personal, es normal que pueda haber nerviosismo al momento de efectuar la reunión, pero con una adecuada planificación no hay de qué preocuparse. En nuestro artículo Claves para contratar al mejor personal en tu negocio encontrarás una guía completa para realizar las mejores entrevistas de trabajo.
Lo primero, y más conveniente, es planificar una serie de preguntas para poder conocer la trayectoria profesional y determinar si encajará correctamente con el equipo de trabajo.
Una excelente idea es romper el hielo con preguntas relacionadas con su CV, por ejemplo, “Cuéntame cómo fue tu experiencia trabajando en …” o “¿Cómo contribuye tu trabajo al desarrollo de nuestra empresa?” de esta forma ambos se sentirían más cómodos y la entrevista habrá valido la pena.
Por último, piensa en preguntas basadas en las aptitudes que puede ofrecer ese sujeto, de esta forma, podrás profundizar sobre las capacidades que tiene y determinar su método de trabajo: prefiere nuevos desafíos, como trabaja bajo presión, si es sociable o más introvertido. Evaluando todos los datos conseguidos veremos si cumple con los requisitos y si posee el perfil adecuado para el puesto.
Una vez que hayas seleccionado al personal indicado es hora de pasar a la acción.
¿Es una inversión capacitar al personal?
Esta es una pregunta que se hacen muchos emprendedores, dueños de negocios o jefes al momento de analizar la productividad y las posibles mejoras de sus comercios.
Debemos entender que los beneficios de capacitar a un empleado se ven reflejados a largo plazo, conduciendo a una excelente rentabilidad, promoviendo la comunicación y creando una mejor imagen para todo el negocio. Igualmente, al concretar las capacitaciones, incentivamos el crecimiento individual porque preparamos al empleado para la toma de decisiones y la acertada solución de problemas; por eso es una inversión que vale completamente el esfuerzo.
Es entendible que como jefes nos encontremos cotidianamente frente al desafío de alcanzar resultados positivos en nuestros negocios con el trabajo eficiente de los colaboradores. Podemos afirmar entonces que es imprescindible brindar una correcta capacitación, pero más que nada, es necesario entender cuando los mismos empleados la necesitan.
Sabemos que capacitar a los empleados es tal vez una tarea ardua que requiere tiempo y dedicación, pero sin duda es la inversión más valiosa que vas a realizar, debido a lo cual muchos expertos consideran que el beneficio a largo plazo supera con creces los costos a corto plazo; no obstante, primero es primordial analizar quien de nuestros trabajadores necesita una capacitación, ya sea que es un nuevo integrante del equipo o si frente a un minucioso examen no cumple con las metas fijadas.
Mejorando la eficiencia del trabajo
Debemos comprender que, aunque los objetivos sean globales en cuanto a las metas de una empresa, cada uno de nuestros empleados posee capacidades y características individuales. La capacitación mal asignada no resuelve el problema y puede generar perdidas para el negocio.
Por este motivo, debemos examinar dos factores claves: La competencia y la actitud.
La primera se relaciona con las capacidades, el conocimiento y las habilidades; por otro lado, la segunda se basa en si nuestro empleado tuvo una buena disposición o si se comunicó correctamente con el equipo.
• Conocimiento:
Para perfeccionar el conocimiento es conveniente describir el proceso, los objetivos y los resultados que se desean de la persona, por consiguiente, captaremos su atención y entenderá todos los factores que se esperan desarrollar.
Por ejemplo, si nuestros empleados son nuevos integrantes en el negocio, una visita guiada por las instalaciones o un recorrido por el comercio es ideal para que se familiaricen con el lugar mientras se les entregan folletos informativos acerca de las respectivas ocupaciones y procesos de producción. Una instrucción directa sobre el puesto impartida durante las horas laborales genera que los empleados aprendan a desempeñarse en sus tareas futuras.
Una idea grandiosa es dejarlos observar a un empleado haciendo el trabajo, así podrán entender no solo el proceso sino también el resultado final que se espera de ellos; por ejemplo, si la persona debe encargarse de la reposición de stock, lo ideal sería que pase un día con un empleado ya encargado de ese sector, que sea proactivo y eficiente a la hora de desarrollar sus tareas; de este modo, nuestro nuevo integrante captará las mejores cualidades y se sentirá motivado a desarrollarlas en sí mismo.
Una vez que han observado como ejecutar correctamente el trabajo es momento de poner manos a la obra y observar que han aprendido.
• Actitud:
La perseverancia es la clave del éxito, pero a mí me gusta pensar que la actitud también lo es, y esta cualidad no debe tomarse a la ligera.
Un buen entrenamiento para realizar las tareas es necesario; pero saber comunicarse, actuar con respeto y tener unos correctos modales son igual de imprescindibles. Dejar la arrogancia de lado y emprender las obligaciones con humildad, así como no insubordinar a tus superiores, no utilizar palabras vulgares o no mascar chicle en las horas laborales son ítems a tener muy presentes.
Inicialmente podrías revisar la motivación de nuestro empleado, reconsiderar el grafico de “premios y castigos”, reflexionar sobre los incentivos, mejorar la supervisión y por último generar un buen esquema de coaching.
Si el empleado comprende los motivos de tu decisión y que se espera que aprenda para mejorar su desempeño, eso quiere decir que vamos muy bien encaminados.
Oxigenar el ambiente
Otro tema primordial a tener en cuenta es como relacionarse con los clientes adecuadamente, más si tu empleado se encuentra en la sección de ventas. Es necesario que sea instruido para tratar con el público de la forma idónea.
El primer instante donde se recibe a la clientela, es elemental para demostrar una buena atención y modales, por eso es necesario un saludo correcto y amable como, por ejemplo: “Hola, buenos días” “Buenas tardes caballero/señora, ¿Qué tal se encuentra hoy?” “¿En qué puedo ayudarlo?”
Si el cliente quiere observar la mercadería, mirar los productos o solo recorrer las estanterías, lo mejor es recibirlo y sugerirle que mire sin prisa; si tiene alguna duda consulte, que no hay inconveniente. Uno de los problemas principales, y me ha pasado en incontables ocasiones, es que muchas veces hostigan al posible comprador, le muestran toda la mercadería a su disposición, no lo dejan mirar tranquilo y este se siente presionado para hacer una elección al momento mismo de entrar a la tienda. Eso no es agradable y está muy lejos de incentivar el buen trato y las ventas en el negocio.
La capacitación nunca termina
Por último, debemos entender que las nuevas tecnologías se siguen renovando, la información continuamente cambia y los conocimientos continúan avanzando, por eso es fundamental seguir capacitándose a medida que pase el tiempo.
Las conferencias, los videos, las charlas informativas, los seminarios externos y los talleres son herramientas útiles a la hora de renovar la información. Una eficiente manera de lograr esto es investigar, ya sea en internet, en libros o con agencias especializadas en el rubro; observar a la competencia e implementar estrategias actuales y novedosas, no solo de ventas sino también de marketing, de comunicación o hasta de reposición de stock.
La clave del éxito es nunca perder el enfoque y entender que siempre van a desarrollarse nuevas ideas en torno a la capacitación del personal; así como elegir la estrategia adecuada que asegure que la inversión de tiempo y dinero vuelva a la compañía a través del cumplimiento de los objetivos.